Barajas, convertido en un albergue ilegal mientras Aena y Almeida se cruzan reproches
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El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se ha transformado en un albergue improvisado para decenas de inmigrantes, en su mayoría solicitantes de asilo, que duermen en condiciones precarias en sus terminales.
La falta de una solución inmediata ha desatado un cruce de reproches entre Aena y el Ayuntamiento de Madrid, encabezado por José Luis Martínez-Almeida.
Mientras Aena afirma que su competencia se limita a la gestión aeroportuaria, desde el consistorio madrileño se acusa a la empresa pública de permitir una situación insostenible que afecta tanto a los usuarios como al personal del aeropuerto.
Los espacios comunes de Barajas están siendo utilizados como zonas de descanso, aseo y pernocta, sin garantías sanitarias ni servicios sociales adecuados.
El Gobierno central, por su parte, ha sido tímido en su intervención, lo que agrava la percepción de descontrol migratorio y falta de planificación.
Asociaciones de derechos humanos han pedido una respuesta humanitaria urgente, mientras los viajeros denuncian el deterioro del entorno aeroportuario.
La situación evidencia la falta de coordinación institucional y deja en evidencia las tensiones entre administraciones en materia de inmigración y atención social.