Bruselas ha destinado casi 4.000 millones a Turquía, Marruecos, Túnez y Mauritania en cinco años
La Unión Europea pasa por un trance de locura

La Unión Europea ha convertido en norma lo que antes se consideraba una estrategia de presión migratoria. En los últimos cinco años, Bruselas ha transferido casi 4.000 millones de euros a Turquía, Marruecos, Túnez y Mauritania con el objetivo de frenar la llegada de inmigrantes a Europa.
🌍 Fondos a cambio de control fronterizo
Estos fondos, etiquetados como "cooperación para el desarrollo", en realidad han servido para que estos países fortalezcan sus fronteras y eviten la salida masiva de inmigrantes. Sin embargo, lejos de ser una solución estructural, esta política ha incentivado a estos gobiernos a usar la migración como herramienta de presión política.
🏴☠️ Turquía y Marruecos, los mayores beneficiados
Turquía ha sido, con diferencia, el país que más fondos ha recibido, con miles de millones en ayudas desde el acuerdo de 2016. Cada vez que Ankara ha querido más dinero, ha amenazado con abrir las puertas y dejar pasar a los inmigrantes. Marruecos, por su parte, ha utilizado la inmigración como arma diplomática contra España, dejando pasar oleadas de migrantes en Ceuta y Melilla cuando ha considerado oportuno.
🚨 Un modelo insostenible
Lejos de solucionar el problema migratorio, esta estrategia refuerza la dependencia de Europa de estos regímenes, que saben que Bruselas pagará lo que sea necesario para evitar una crisis en sus fronteras. Mientras tanto, las mafias siguen operando con impunidad y miles de personas arriesgan sus vidas en el Mediterráneo.
¿Hasta cuándo seguirá la UE cediendo a este chantaje migratorio?