Defensa ordena al ‘Furor’ no entrar en combate aunque Israel ametralle la flotilla de Colau
Las ideas de bombero de Pedro Sánchez preocupan

El Ministerio de Defensa ha dado instrucciones claras al buque de la Armada española ‘Furor’: no intervenir bajo ninguna circunstancia en defensa de la flotilla organizada por Ada Colau, incluso si Israel abre fuego contra ella.
Las reglas de enfrentamiento establecidas por el Ejecutivo socialista son vergonzosas: el navío español únicamente podrá responder en caso de un ataque directo contra él mismo, limitándose a su “autoprotección”.
Esto confirma que, bajo Sánchez, España humilla a sus Fuerzas Armadas reduciéndolas a meros figurantes, incapaces de garantizar la seguridad de los propios españoles o de responder a agresiones en escenarios internacionales.
Mientras Colau y sus aliados juegan a la propaganda política con flotillas vinculadas a grupos islamistas, la Armada recibe órdenes de cruzarse de brazos. Una prueba más de que la política exterior del Gobierno está secuestrada por el sectarismo y el buenismo barato.
España, convertida en un convidado de piedra
Lo que debería ser una misión de firmeza y defensa de la soberanía, se convierte en un papelón internacional.
Nuestros militares no pueden ni actuar, ni proteger, ni imponer respeto. Todo gracias a un Gobierno que prefiere obedecer a la ideología antes que a la seguridad nacional.
Una vez más, queda claro: con Sánchez y sus socios, España está en manos del ridículo internacional.