El final del verano destruye casi 200.000 puestos de trabajo en el peor agosto para el empleo en seis años

Pedro Sánchez el destructor de España

Redacción
Política
martes, 2 de septiembre de 2025

El mes de agosto ha vuelto a dejar un panorama sombrío en el mercado laboral español. Según los datos oficiales, se han destruido casi 200.000 puestos de trabajo, en lo que supone el peor balance para un agosto desde 2018. Además, el paro registrado aumentó en 21.905 personas, confirmando que la tan cacareada “fortaleza económica” del Gobierno de Sánchez es puro humo propagandístico.

El turismo se hunde y arrastra al empleo

La caída del empleo se ha notado con especial fuerza en las cuatro comunidades más dependientes del turismo: Baleares, Canarias, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Con el final de la temporada alta, se desplomó la afiliación a la Seguridad Social en sectores como la hostelería, el comercio y los servicios.

Esto demuestra que, lejos de diversificar la economía y fortalecer el tejido productivo, el Gobierno sigue confiando únicamente en un turismo estacional y precario, sin aportar soluciones reales ni políticas que apuesten por la industria, la innovación o la empresa privada.

La trampa de la “afiliación récord”

Durante meses, el Ejecutivo socialista ha presumido de “cifras récord de afiliación” a la Seguridad Social. Pero la realidad es bien distinta: un empleo estacional, temporal y precario que desaparece en cuanto se apaga la temporada de verano.

El maquillaje estadístico del Gobierno se basa en contratos fijos-discontinuos, que en la práctica esconden parados que no aparecen en las listas oficiales. La propaganda vende estabilidad, pero la realidad es que miles de familias vuelven a quedarse sin ingresos.

Un problema estructural agravado por Sánchez

España sigue atrapada en un modelo laboral débil y vulnerable:

Dependencia del turismo de temporada.

Precariedad en la contratación.

Subida de costes a empresarios y autónomos.

Políticas que desincentivan la contratación estable.

El resultado es evidente: cada final de verano se repite la misma sangría de empleo, y en lugar de soluciones, el Gobierno de Sánchez ofrece excusas, promesas incumplidas y propaganda.

Conclusión: la España real frente al relato oficial

El peor agosto en seis años confirma lo que todos sabemos: la economía española no crece gracias a Sánchez, sino a pesar de Sánchez. Mientras él y sus ministros hablan de “resiliencia” y “progreso social”, la realidad es que casi 200.000 familias ven cómo su trabajo desaparece de la noche a la mañana.

El socialismo repite su receta de siempre: más paro, más impuestos, menos oportunidades y más dependencia de las ayudas públicas. Y, mientras tanto, el español de a pie paga las consecuencias de un Gobierno incapaz de crear empleo real y duradero.


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