El Gobierno de Sánchez exhuma sin permiso familiar los restos de 17 personas del Valle de los Caídos
Los saca porque ya no tiene a Franco de por medio

Exhumaciones forzadas y desprecio a las familias
El Gobierno de Pedro Sánchez sigue adelante con su agenda de desmantelamiento del Valle de los Caídos, esta vez con la exhumación de 17 personas sin el consentimiento de sus familias. Esta actuación ha generado indignación entre los descendientes de los fallecidos, que denuncian una violación flagrante de sus derechos y una utilización política de la memoria histórica.
Exhumaciones a toda costa
A pesar de la oposición de numerosos familiares, el Ejecutivo ha ordenado la apertura de las criptas y la extracción forzada de los restos de 17 personas, enterradas en el Valle de los Caídos hace décadas. La medida, enmarcada en la Ley de Memoria Democrática, ha sido llevada a cabo sin transparencia ni el debido respeto por los deseos de los descendientes.
Las familias afectadas han denunciado que no fueron consultadas y que el Gobierno ha actuado de forma autoritaria, sin tener en cuenta la voluntad de los familiares, muchos de los cuales no querían que los restos fueran movidos.
Una decisión ideológica
Este nuevo capítulo en la ofensiva del Gobierno contra el Valle de los Caídos forma parte de una estrategia para borrar cualquier vestigio histórico que no encaje con su relato político. La exhumación de los 17 cuerpos sin permiso refuerza la idea de que Sánchez y su Ejecutivo están utilizando la memoria histórica como un arma de revancha y manipulación política, en lugar de buscar la reconciliación nacional.
Indignación de las familias y respuesta legal
Los descendientes de los exhumados han anunciado que tomarán medidas legales para frenar esta vulneración de derechos. Varios colectivos han denunciado la falta de garantías jurídicas y el abuso de poder del Gobierno en su intento de reescribir la historia.
Los afectados exigen que se respete la voluntad de las familias y que el Ejecutivo deje de manipular la memoria de los muertos con fines políticos.
Conclusión
Con esta acción, Pedro Sánchez y su Gobierno han dejado claro que la ideología está por encima del respeto a los ciudadanos. La exhumación sin consentimiento de estos 17 cuerpos en el Valle de los Caídos no es solo una afrenta a las familias, sino una muestra de la deriva autoritaria de un Ejecutivo que no duda en imponer su agenda sin diálogo ni respeto.