El Gobierno oculta que su única ley contra la prostitución será una mera transposición de una directiva europea sobre trata
Soy feminista porque soy socialista
El Gobierno de Pedro Sánchez intenta vender humo de nuevo. Lo que en Moncloa presentan como una gran ley para acabar con la prostitución en España, en realidad no es más que una transposición obligatoria de una directiva europea sobre trata de seres humanos.
Puro teatro político
La ministra de Igualdad y el aparato socialista lo venden como si fuera una medida “valiente” contra la explotación sexual. Pero la verdad es que ni es una propuesta propia, ni va a resolver el problema, porque se limita a copiar lo que Bruselas ya obliga a aprobar.
El PSOE, fiel a su estilo, maquilla lo ajeno como logro propio. No es la primera vez: primero fue con los fondos europeos, ahora con una ley que en nada ataja el negocio clandestino ni el auge de la prostitución online.
El punto más polémico: la tercería locativa
La única “novedad” que el Gobierno se atreve a destacar es la recuperación del delito de tercería locativa, es decir, castigar a quienes alquilen o gestionen locales en los que se ejerza la prostitución.
Una medida que, de aplicarse en serio, podría haber llevado a la familia política de Sánchez a los tribunales, ya que el padre y los tíos de Begoña Gómez hicieron fortuna con saunas y prostíbulos en Madrid.
La hipocresía, como siempre, por bandera.
Lo que el Gobierno no cuenta
- No habrá soluciones reales contra las mafias: ni más policía, ni más medios.
- La prostitución online queda prácticamente intacta, admitido incluso en documentos internos del propio Ministerio de Igualdad.
- El enfoque ideológico prima sobre la realidad: propaganda feminista, cero medidas efectivas.
Mientras tanto, España se consolida como uno de los países europeos con mayor consumo de prostitución, con mafias campando a sus anchas y con un Gobierno que finge actuar mientras oculta que solo cumple con un trámite burocrático europeo.
Conclusión
Lo llaman “ley histórica”, pero no es más que un corta-pega de Bruselas con un barniz ideológico para seguir engañando a los españoles.
El PSOE vuelve a demostrar que vive del postureo, incapaz de legislar con valentía y pensando siempre en salvar su imagen, no en acabar con las mafias ni en proteger a las víctimas reales.
Otra cortina de humo más para tapar el fracaso de Sánchez.