El juez arrincona a Begoña Gómez: será juzgada por malversación ante un jurado popular
Begoña Gómez está sentenciada

La justicia ha hablado. El magistrado Juan Carlos Peinado ha dado un paso decisivo y ha propuesto juzgar a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, por un supuesto delito de malversación de caudales públicos, un caso que vuelve a poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez y a toda la maquinaria socialista instalada en Moncloa.
Según la providencia, Gómez deberá comparecer este sábado ante el tribunal, junto a su asesora en la Presidencia y el propio delegado del Gobierno en Madrid, todos señalados en una trama que salpica directamente al núcleo de poder del sanchismo. El juez ha determinado que este proceso sea elevado a jurado popular, un gesto que multiplica la presión y la exposición mediática de un caso que el PSOE ha intentado silenciar a toda costa.
Un escándalo que no se tapa con propaganda
Este nuevo revés judicial llega en un momento delicado para el Ejecutivo. Sánchez sigue escondiéndose tras cortinas de humo mediáticas, mientras su esposa acumula investigaciones: ya son varios los delitos por los que figura en causas abiertas (tráfico de influencias, corrupción en los negocios, fraude y ahora malversación). El discurso de la “persecución política” que intenta imponer la izquierda se desmorona con cada auto judicial que señala más y más irregularidades.
El propio juez Peinado considera que existen indicios suficientes de un uso indebido de fondos públicos, algo gravísimo en cualquier democracia, pero todavía más cuando se trata de la familia directa del presidente.
El PSOE en el ojo del huracán
La pregunta que muchos españoles se hacen es clara: ¿cómo puede Pedro Sánchez seguir en La Moncloa cuando su entorno más cercano está siendo investigado por los tribunales? Mientras millones de familias sufren la inflación, la carestía de la vivienda y la precariedad laboral, el Gobierno gasta energías en defender a la “primera dama” más cuestionada de la democracia española.
La corrupción parece haberse instalado como marca registrada del socialismo: ayer fueron los ERE en Andalucía, hoy son los negocios oscuros de Begoña Gómez. Y siempre con el mismo patrón: dinero público al servicio de intereses privados, y un presidente dispuesto a mirar hacia otro lado.
Un juicio histórico en manos del pueblo
El hecho de que este proceso llegue a un jurado popular es clave: serán ciudadanos españoles los que juzguen si la mujer del presidente es culpable de haber manejado dinero público en beneficio propio o de terceros. No habrá cortafuegos políticos ni excusas mediáticas que puedan evitar la realidad: el pueblo juzgará a quien Sánchez ha intentado blindar.
Este sábado puede marcar un punto de inflexión en la política española. Si la esposa del presidente acaba sentada en el banquillo, la credibilidad del Gobierno quedará hundida definitivamente. Y con ella, la última careta de un socialismo que predica “justicia social” mientras se lucraba desde las más altas esferas de Moncloa.
Conclusión: el fin de la impunidad socialista
España no aguanta más mentiras, más manipulación ni más escándalos. El caso Begoña Gómez es solo la punta del iceberg de una forma de gobernar basada en la corrupción, el amiguismo y el desprecio absoluto por el ciudadano de a pie.
Los españoles merecemos saber la verdad y ver justicia. Y si la justicia dicta que la esposa de Sánchez ha robado al pueblo, que pague como cualquier otro delincuente.
Porque ya no se trata solo de un caso judicial: se trata de la dignidad de España frente a quienes han convertido el poder en un negocio familiar.