El misterio del Sáhara: por qué Sánchez se rindió a Mohamed VI
Sánchez y su bajada de pantalones

Tres años después, ni en el propio PSOE saben explicar por qué Pedro Sánchez decidió romper con décadas de política exterior y entregar su apoyo a Marruecos en la cuestión del Sáhara Occidental.
🤝 Un giro sin explicaciones
En marzo de 2022, Sánchez sorprendió a todos al respaldar la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, abandonando la tradicional postura de neutralidad de España y traicionando al Frente Polisario.
🔹 Ningún miembro del PSOE fue consultado previamente
🔹 El Congreso lo rechazó, pero Sánchez siguió adelante
🔹 España quedó aislada en la UE sobre este tema
💼 ¿Qué había detrás de la decisión?
El cambio de postura generó todo tipo de teorías, desde presiones económicas hasta un posible chantaje político.
📌 Crisis migratoria en Ceuta: Marruecos utilizó la inmigración como arma de presión en 2021, cuando miles de personas cruzaron la frontera ante la pasividad marroquí.
📌 El espionaje con Pegasus: Se filtró que el móvil de Sánchez y otros altos cargos fueron infectados con software espía israelí. ¿Tenía Marruecos información comprometedora?
📌 Intereses económicos: España depende del gas argelino, pero también del comercio con Marruecos. Argelia reaccionó con represalias comerciales.
🇩🇿 El enfado de Argelia y la soledad de España
El giro diplomático de Sánchez dinamitó la relación con Argelia, aliado histórico del Frente Polisario.
⚠️ Argelia suspendió el tratado de amistad con España
⚠️ Se congelaron exportaciones y contratos de gas
⚠️ España quedó sola en la UE en su apoyo a Rabat
❓ Tres años después, sigue el misterio
Ni los ministros de Sánchez ni los veteranos del PSOE han dado una explicación clara. La decisión se tomó de forma opaca y sin consenso.
🔎 ¿Fue una decisión personal de Sánchez?
🔎 ¿Qué información tiene Marruecos sobre España?
🔎 ¿Hubo una negociación secreta que desconocemos?
Lo único claro es que España cambió su postura histórica sin recibir nada a cambio y con un coste diplomático enorme. Y, tres años después, nadie en el PSOE se atreve a explicarlo.