Guapetones por el mundo por Sonia Villa
La guapura de Pedro Sánchez es a base de corrupción

Qué alegría, qué alboroto. Nuestro Guapo se ha hecho muy internacional. Ha estado en la ONU, donde además de seguir con su estrategia de hacer política internacional ya que no puede hacer nada por su propia nación, se ha atrevido a hablar de feminismo en plena crisis de las pulseras.
Una crisis que debe estar siendo la delicia del voto femenino, ya que aunque se ha comprobado que conocían los problemas pero les daban igual, primero minimizaron la noticia con burlas, y después se atrevieron a afirmar que no pasaba nada porque no había “muerto ninguna”. Como si eso fuera consuelo. Como si los maltratadores, al ver que los dispositivos fallaban más que un ministro socialista en un examen de ética, no hubieran estado librándose de condenas por quebrantar la orden de alejamiento o torturando a las víctimas con su presencia insidiosa.
Algunas habrán sufrido lo indecible bajo un sistema que debía protegerlas, pero el gobierno y la Ministra de Igualdad primero se lo tomaron a cachondeo, y luego bajaron el nivel de exigencia del servicio al de la muerte de las usuarias. Agárrense los machos si este nuevo criterio de efectividad se aplica a Educación, o mucho más a Sanidad...
Y es que, si este gobierno monta un circo, le crecen los payasos.
Como los de los barquitos propalestinos cruzando el Mediterráneo. Una pantomima de financiación dudosa, que afirman algunos medios que navega con las bodegas vacías de cualquier ayuda. Una empresa en la que los retrasos, los abandonos, las averías, las noticias de supuestos ataques imaginarios y los problemas entre los propios integrantes, nos hacen pensar si Colón no habría llegado antes navegando a base de soplar las velas. Pero como este teatro sirve a la propaganda buenista de Sánchez, les ha brindado apoyo con barcos militares españoles. Y en cuanto la flotilla ha tocado aguas de exclusión, ha tenido que echar el freno y pedirles que den la vuelta porque, por supuesto, ahí los barcos militares no van a entrar. Israel les dice que les va a detener y deportar, con lo cual ya sabemos cuál va a ser el final de esta tontería. Ya pueden imaginarse el drama enorme que van a montar cuando esto pase.
Ese apoyo militar, según las leyes, requería aprobación parlamentaria para su despliegue. Un trámite que no se realizó, incumpliendo por enésima vez la legalidad y que, de haberlo hecho, habría acabado como todas las leyes que últimamente el gobierno pretende sacar adelante en el Parlamento: denegado. Pero Pedro ya anunció hace tiempo que gobernaría a espaldas del Parlamento y lo está cumpliendo a rajatabla.
Es curioso pensar que para ayudar a un grupo de activistas, Pedro se haya saltado el Parlamento, pero para ayudar a miles de valencianos en la DANA se escudara tras supuestas competencias que según él lo inhabilitaban para actuar. Y es que, está claro, ayudar con la DANA no convenía y la aventura marítima de un grupo de individuos que nos pueden meter en un serio problema diplomático sí. Supongo que en el caso de Valencia, ni siquiera el criterio de que sí estaba muriendo gente prevaleció.
Luego siguió el Guapo dándose el garbeo por Londres, donde afirma que sus políticas sociales no tienen contestación social – parece que es el único que no ha escuchado la canción del verano sonando por todas partes -, y dando datos económicos que parecen salidos de una encuesta de Tenzanos más que de una fuente seria.
Pero la aventura se acaba, y vuelve a España. Donde siguen adelante todas las causas pendientes de sus allegados y colaboradores, y donde tendrá que estrujarse la cabeza para buscar polémicas que las tapen. Más ahora que Trump le ha tomado la delantera en eso de la paz, y en lugar de remover el avispero como él hace, ha propuesto una solución que contenta a todos menos a los amigos de Irán. Todo el mundo de acuerdo, China, Rusia, el Papa, los países de nuestro entorno... menos el gobierno de España con otra parte del gobierno de España. Nuestro Pedro tiene que volver a ser del mismo bando que USA, Israel y todo aquel que tenga dos dedos de frente. Para indignación de SUMAR.
Si se queda sin Gaza, a ver en qué guerra se mete ahora.