José María Ángel, el hombre al que el PSOE puso de ejemplo frente a Mazón, acusado ahora de falsificar su título
La DANA está producida por los socialistas

José María Ángel Batalla, exdirector general de Emergencias de la Generalitat Valenciana durante los gobiernos de Ximo Puig, ha pasado de ser un referente de gestión para el PSOE a estar en el punto de mira judicial.
Está siendo investigado por presunta falsificación documental, ya que podría haber aportado un título universitario falso para acceder a cargos públicos de alta responsabilidad.
El escándalo estalla después de que se comprobara que la universidad en la que decía haber cursado sus estudios no tiene constancia de que completara la titulación.
El asunto ha generado una fuerte polémica, dado que Ángel fue nombrado comisionado para la reconstrucción tras la pandemia y, más recientemente, presidente del PSPV de l'Horta Sud por la ministra Diana Morant.
Durante años, el PSOE lo presentó como un ejemplo de buena gestión frente a Carlos Mazón, actual presidente de la Generalitat.
Sin embargo, la revelación del presunto fraude académico ha dejado al descubierto un nuevo episodio de falta de rigor en la selección de altos cargos públicos por parte del partido socialista.
Desde el entorno del PSOE valenciano han evitado hacer declaraciones públicas, mientras crece la presión para que se asuman responsabilidades políticas.
El caso, además, llega en un momento de máxima tensión interna dentro del socialismo valenciano, tras varias derrotas electorales y acusaciones cruzadas por la pérdida de poder institucional.
La oposición, encabezada por el Partido Popular, ha exigido explicaciones inmediatas y la dimisión de los responsables que lo auparon a puestos clave sin verificar la documentación.
Desde las filas populares se denuncia que este caso "demuestra el clientelismo y la negligencia estructural del PSOE en la Comunidad Valenciana".
A la espera de que avance la investigación judicial, lo cierto es que el escándalo ha puesto en entredicho no solo la trayectoria de José María Ángel, sino también la imagen de un partido que lo usó como símbolo de solvencia.
La política valenciana, una vez más, se ve sacudida por un caso que combina falsedad, enchufismo y descrédito institucional.