La Conferencia de Presidentes por Sonia Villa

Guapos todos. Muy guapos.

La Conferencia de Presidentes autonómicos es otro paripé más. Para empezar, por parte del Guapo total: Pedro. Temeroso de dar una imagen de soledad y aislamiento, se ha acompañado de un buen número de ministros, que se prestan a seguir quemando su imagen junto a él, con tal de llenar, aunque sea un día más, sus estómagos agradecidos. Escenifican su particular teatro en el que parece que el Gobierno gobierna, negocia y se reúne. Pero todos saben que no es así, aunque tengan que acudir obligatoriamente.

Al margen de polémicas estériles sobre lenguas y traductores, exageradas y machacadas por la prensa para desviar la atención de lo importante, esta reunión no le sirve para nada a la ciudadanía. Da igual los acuerdos a los que se lleguen. No hay un presupuesto detrás para acometer cualquier posible acuerdo que se alcanzara. Así que no se engañen si por algún milagro sale alguna medida triunfante: no hay presupuestos, insisto.

De financiación, por ejemplo, aquí en la Comunidad Valenciana ya nos reímos por no llorar. Y en Alicante, que se ha colocado la última en la cola - parece ser que de forma ya permanente -, todavía más. Cosa que no consiguió cambiar ni el mismísimo Puig con todo su sanchismo encima.

No perdamos de vista esto, que es lo importante, entre debates estúpidos sobre qué lengua usa quién. Y digo que es un debate estúpido, porque cuando alguien maneja varias lenguas y está realmente interesado en que se le entienda, o en hacer algo útil, se expresa en la común a todos y santas pascuas. Sin traductores con cargo al contribuyente.

Otro paripé muy grande sería cometer el error – aunque muchos lo pidan y lo exijan –, de plantear una moción de censura.

Oigan, la oposición no suma. No tiene opción a ganarla y sería un paripé más. No se presenta una moción para perder, ni siquiera por marketing. Porque los que recordamos la vieja política, sabemos que cuando quien la planteaba no la sacaba adelante, dimitía. Los españoles no les pagamos para que pierdan el tiempo en puestas en escena electoralistas, como la de hoy para Pedro, que no van a ninguna parte. Ya bastante les pagamos por tener el país en pausa y sin gobernar.

La clave para que una moción prospere está en que los socios de gobierno la apoyen. De hecho, con todos los escándalos que estamos presenciando, y todas las tropelías contra las instituciones, si tuvieran un poco de decencia o de sentido de Estado, los socios ya habrían detenido este circo digno del más chabacano salseo. Pero no hay decencia, y mucho menos sentido de Estado en comunistas, separatistas o prófugos de la justicia.

Mención especial a la Yoli, toda una Charo venida a más, que afirma no tener opinión de un escándalo que afecta a un gobierno del que forma parte. Posición muy cómoda, que le permite no enfadar a su electorado negando la mayor, ni al amado líder a riesgo de perder su puesto.

Así que, déjense de paripés, de lenguas y de echar la culpa a quien no la tiene. La clave son los socios, sus militantes y sus votantes. Y si tienen las mismas tragaderas que los del PSOE, pierdan toda su esperanza. Porque hasta el díscolo Page – Letur también existe –, viene poniendo gustosamente a sus diputados en las votaciones de las pocas cosas que se aprueban. Y porque son capaces hasta de atacar a personas como Madina, que pagaron un alto coste por creer en la democracia de este país. No respetan a las víctimas de ningún tipo, de ETA, de la naturaleza, o de sus experimentos con la energía.

Apaga y vámonos. Por lo menos nos ahorraremos la luz. Y sus dietas.