La solución es poner a okupas e inmigrantes ilegales a picar piedra en el Valle de los Caídos
David Martí se volvió loco

El director de El Conservador Noticias, David Martí, protagonizó un momento de gran tensión en el programa Políticamente Incorrectos al lanzar una propuesta contundente contra la okupación ilegal y la inmigración irregular en España. Sin morderse la lengua, Martí planteó que la solución a estos problemas sería poner a los okupas y a los inmigrantes ilegales a picar piedra en el Valle de los Caídos como medida ejemplarizante.
Un mensaje sin filtros contra la impunidad
Martí denunció el descontrol total que sufre España debido a la permisividad del Gobierno con la okupación y la entrada masiva de inmigrantes ilegales. Durante su intervención, señaló que el sistema actual protege más a los delincuentes que a los ciudadanos honrados, permitiendo que quienes entran ilegalmente en el país o se apropian de viviendas ajenas queden impunes mientras los españoles sufren las consecuencias.
“La izquierda dice que no hay recursos para reforzar la seguridad ni para agilizar los desahucios exprés, pero bien que los hay para mantener a estos parásitos con ayudas y subvenciones”, sentenció Martí con indignación.
El Valle de los Caídos: de monumento histórico a centro de trabajo forzoso
Martí defendió su propuesta como una forma de restaurar el orden y la disciplina en el país. A su juicio, obligar a okupas y extranjeros ilegales a realizar trabajos duros y de utilidad pública sería una medida efectiva para acabar con la impunidad. “Ya que la izquierda ha profanado el Valle de los Caídos, al menos que lo usen para algo útil”, ironizó.
Propuso que, en lugar de mantener a los inmigrantes ilegales con dinero público, el Estado los obligue a realizar trabajos de infraestructura y restauración en lugares históricos, con el objetivo de que paguen su deuda con la sociedad antes de ser expulsados.
El enfrentamiento con la corrección política
Como era de esperar, las palabras de Martí generaron un revuelo inmediato. Mientras algunos tertulianos del programa intentaron suavizar su discurso, él dobló la apuesta, asegurando que “España no necesita más buenismo ni políticas de brazos abiertos, sino orden, autoridad y mano dura”.
Desde sectores progresistas ya han comenzado a calificar sus declaraciones como “xenófobas y autoritarias”, pero para una gran parte de la audiencia, Martí simplemente dijo en voz alta lo que muchos piensan y no se atreven a decir.
Un mensaje claro: es hora de actuar
Más allá de la polémica, el discurso de Martí dejó claro un sentimiento cada vez más extendido entre los ciudadanos: España está cansada de la impunidad, la inseguridad y la falta de respuestas firmes por parte del Gobierno.
Su intervención en Políticamente Incorrectos sirvió como un grito de alerta contra la pasividad de las instituciones y el avance de una izquierda que, según Martí, “prefiere proteger a los okupas y a los ilegales antes que a los españoles de bien”.