Marruecos recibirá más de 8.100 millones de Bruselas hasta 2027 en ayudas, préstamos e inversiones
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La UE sigue financiando al reino alauita mientras crecen las críticas
La Unión Europea ha confirmado que Marruecos recibirá más de 8.100 millones de euros en ayudas, préstamos e inversiones hasta 2027. Este gigantesco paquete financiero refuerza la estrecha relación entre Bruselas y Rabat, a pesar de las crecientes críticas sobre el destino de estos fondos y su impacto en la política migratoria y económica.
Desglose de los fondos y objetivos oficiales
Los 8.100 millones de euros incluyen:
- Ayudas directas para el desarrollo económico y social.
- Préstamos preferenciales con condiciones favorables.
- Inversiones estratégicas en sectores como energía, infraestructura y tecnología.
Bruselas justifica esta inyección de dinero como una "inversión clave" para la estabilidad del norte de África, asegurando que servirá para reforzar el control migratorio, impulsar la cooperación económica y fortalecer la seguridad en la región.
Críticas y sospechas sobre el uso del dinero
Sin embargo, numerosos analistas y políticos europeos han expresado serias dudas sobre el uso real de estos fondos. Las principales preocupaciones incluyen:
- Falta de transparencia en la gestión del dinero por parte del gobierno marroquí.
- Posible desvío de fondos hacia intereses políticos y militares de Marruecos.
- La paradoja de financiar a un país que presiona a la UE con la inmigración ilegal para obtener más concesiones económicas y políticas.
Europa sigue cediendo ante Marruecos
Este paquete financiero refuerza la posición privilegiada de Marruecos como socio prioritario de la UE, incluso por encima de otros países africanos con mayores necesidades. Mientras tanto, los europeos ven cómo su dinero es destinado al extranjero mientras sus propios gobiernos recortan servicios esenciales en nombre de la austeridad.
Este nuevo acuerdo pone de manifiesto una realidad incómoda: Bruselas sigue cediendo ante Rabat, financiando con miles de millones a un régimen que, a la mínima crisis, utiliza la inmigración como un arma de chantaje político contra Europa.