Más de 120 detenidos en Argentina tras violentos disturbios organizados por la izquierda radicales
Javier Milei actúa con contundencia

Grupos izquierdistas siembran el caos frente al Congreso
Argentina ha vivido una nueva jornada de violencia y descontrol, con más de 120 detenidos tras los disturbios organizados por colectivos izquierdistas en las inmediaciones del Congreso de la Nación. Los manifestantes, convocados por organizaciones afines al kirchnerismo y grupos radicales, atacaron a las fuerzas de seguridad, provocaron destrozos en la vía pública y generaron un escenario de máxima tensión en la capital del país.
Intento de desestabilización contra el Gobierno
Los incidentes se produjeron en el marco de una protesta contra las reformas impulsadas por el presidente Javier Milei, cuya agenda de ajustes y medidas económicas ha sido duramente criticada por la oposición de izquierda.
Los manifestantes arrojaron piedras y objetos contundentes contra la policía, incendiaron mobiliario urbano y saquearon comercios cercanos, obligando a las autoridades a intervenir con un fuerte operativo de seguridad.
La respuesta del Gobierno
Desde el Ejecutivo, han denunciado que estos disturbios responden a una estrategia de desestabilización por parte de sectores vinculados al kirchnerismo y a la extrema izquierda. El ministro de Seguridad advirtió que no permitirán que el país caiga en la anarquía, y aseguró que los responsables enfrentarán todo el peso de la ley.
Argentina en una encrucijada
Estos hechos violentos reflejan el grado de radicalización de la oposición izquierdista, que lejos de aceptar la nueva dirección política del país, recurre al caos y la violencia como forma de protesta. Mientras el Gobierno de Milei busca reformas estructurales para sacar a Argentina de la crisis, los sectores más radicales parecen decididos a impedir cualquier intento de cambio, aunque eso implique sembrar el terror en las calles.
Conclusión
La jornada de disturbios en Buenos Aires deja en evidencia la tensión política y social que vive Argentina. Mientras el Gobierno busca orden y estabilidad, la izquierda radical responde con violencia y vandalismo, en un intento desesperado por frenar las reformas y recuperar el poder. La gran pregunta es: ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar?