Noche sin sobresalto, salvo los clásicos de siempre con Santi Marín

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La noche transcurrió con relativa calma para los cuerpos de seguridad y el personal de los locales nocturnos. Sin incidentes graves, más allá de los personajes habituales que parecen sacados de un guion que se repite cada fin de semana.

"Quitando del típico pesadilla que se cree tu colega", explica uno de los trabajadores de un conocido local. Es ese cliente que insiste en entrar donde no debe, hablar como no toca y terminar creyéndose parte del equipo.


A eso se añade la típica borracha que sabe todas las leyes. Esa que amenaza con denuncias, cita artículos inexistentes del código penal y acaba necesitando ayuda para encontrar la salida. Un clásico que no falla.

El presidente de Hijos de España, al pie del cañón en CocolocoLo que llamó la atención fue ver al presidente de Hijos de España trabajando en Cocoloco, uno de los locales más emblemáticos. No de visita ni por protocolo.

Su presencia sorprendió a muchos clientes, que no dudaron en saludarle y agradecer el gesto. "Es fácil hablar de sacrificio desde un estrado, pero otra cosa es bajar al barro", comentó un habitual del local.
Con este acto, refuerza su imagen de líder comprometido, dispuesto a trabajar como cualquier ciudadano, con cercanía y sin privilegios. Una imagen poco habitual en tiempos donde muchos dirigentes viven aislados de la realidad que dicen defender.
**Entre copas, ruido y alguna escena surrealista, también se forja el respeto.** No sólo en los despachos. También en la barra. ---