Sánchez desprecia la voluntad popular y se aferra al poder: "En 2027, cuando toca"
Sabe que no puede aguantar más el gobierno

Madrid (06.06.25). En un nuevo gesto de arrogancia política, Pedro Sánchez ha rechazado de plano la petición de los barones del PP de convocar elecciones anticipadas, escudándose en un "cuando toca" que demuestra su absoluto desprecio por el clima social y político que atraviesa España. Mientras el país vive un periodo de inestabilidad, con crecientes protestas, escándalos judiciales y una gestión cuestionada en múltiples frentes, el presidente prefiere blindarse en La Moncloa en lugar de dar la palabra a los ciudadanos.
Lejos de mostrar autocrítica o sensibilidad hacia las demandas legítimas de miles de españoles que exigen un cambio de rumbo, Sánchez se ha parapetado tras el calendario electoral como si la democracia fuera una cuestión de fechas y no de legitimidad. El mensaje es claro: la voluntad del pueblo le importa poco siempre que pueda seguir gobernando a golpe de decreto, propaganda y pactos oscuros.
Los líderes autonómicos del Partido Popular, respaldados por el creciente malestar social y el desgaste del Gobierno, han solicitado un adelanto electoral que devuelva a los españoles el derecho a decidir. Pero Sánchez ha preferido eludir el debate real con una respuesta cínica y vacía, propia de quien se siente acorralado pero no piensa soltar el sillón.
Esta actitud confirma lo que muchos analistas vienen advirtiendo: Pedro Sánchez ha convertido su mandato en un ejercicio de resistencia personal, más que de servicio público. Rodeado de escándalos como el 'caso Koldo' o la creciente polémica del 'caso Sánchez-Gómez', y con una economía que no despega para la mayoría social, el presidente se limita a sobrevivir con tal de no afrontar su fracaso.
Negarse a escuchar al país es lo que lleva a los gobiernos al abismo. Sánchez ha hablado, pero no con el pueblo, sino contra él. Porque cuando un presidente le da la espalda a su país, lo único que le "toca" es irse.