El Gobierno dispara un 41% los contratos públicos mientras reduce la competencia al mínimo
Más contrataciones publicas sin sentido
El Gobierno de Pedro Sánchez ha disparado la contratación pública en un 41%, pero lo ha hecho con un alarmante descenso en la concurrencia.
Según los datos oficiales, cuatro de cada diez adjudicaciones solo cuentan con una oferta, y la media de licitadores por pliego ha caído a 2,90, la cifra más baja en años.
Esta tendencia refuerza las sospechas de una gestión opaca y clientelista de los recursos públicos, donde los contratos terminan en manos de empresas cercanas al poder sin una verdadera competencia.
Al reducir el número de ofertas, se limitan las posibilidades de obtener mejores precios y calidad en los proyectos financiados con dinero de los contribuyentes.
El uso de adjudicaciones con poca o nula concurrencia ha sido una constante en los gobiernos de Sánchez, beneficiando a empresas afines mientras se margina a otras compañías que podrían ofrecer condiciones más favorables.
Esto genera un claro perjuicio para la economía y pone en entredicho la transparencia del Ejecutivo.
Mientras tanto, la deuda pública sigue disparándose y el déficit amenaza con descontrolarse.
En lugar de gestionar con eficiencia y responsabilidad, el Gobierno prefiere seguir engordando su red clientelar a costa del bolsillo de los españoles.