Sánchez presume de feminismo mientras su Gobierno ataca la igualdad real
Sánchez no sabe ni dónde vive
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a utilizar el 8-M para vender su agenda ideológica y autoproclamarse como el líder del feminismo global.
"Si hoy preguntaran a una mujer en qué lugar del mundo quiere nacer y vivir, España sería su primera opción", ha afirmado Sánchez, en un intento de apropiarse de los avances logrados por la sociedad española.
El presidente ha definido a su Ejecutivo como "el más feminista de la historia", ignorando que su gobierno ha impulsado leyes que han debilitado la seguridad y los derechos de las mujeres.
La ley del sólo sí es sí ha permitido la reducción de condenas y la excarcelación de cientos de agresores sexuales, mientras que la autodeterminación de género ha generado una grave confusión legal que pone en riesgo los espacios y derechos de las mujeres.
A pesar de sus discursos grandilocuentes, la realidad desmiente la propaganda del Gobierno.
España sigue enfrentando problemas como la brecha salarial impuesta por la alta carga fiscal, el desempleo femenino y la inseguridad en las calles debido a políticas de inmigración descontrolada y justicia blanda con los delincuentes.
Mientras Sánchez se llena la boca con palabras vacías, su gestión ha traicionado a las mujeres reales, aquellas que trabajan, emprenden y buscan seguridad sin depender de las migajas de un Estado paternalista.
Lejos de ser el "mejor país del mundo para una mujer", España necesita políticas de igualdad basadas en la libertad y el mérito, no en el victimismo y la ingeniería social del progresismo.