Abascal, condenado a pagar 862.000 euros por el Tribunal de Cuentas tras no poder justificar fondos
Casi un millón de euros vinculados a la dirección nacional de VOX
El líder de la derecha de Vox incapaz de explicar de dónde salieron estos recursos, ha dejado en evidencia la opacidad con la que opera su formación política. Una estructura que exige transparencia a los demás mientras oculta la suya bajo capas de oscuridad financiera.
No es la primera vez que Santiago Abascal queda en ridículo ante los tribunales. Perdió una querella en el Tribunal Supremo contra el activista Alvise Pérez, quien lo vinculó con Sentinel, una supuesta oficina clandestina utilizada para retirar efectivo de criptodivisas, al margen del sistema bancario. El Supremo dejó claro que había base razonable para esa crítica.
Y la podredumbre no acaba ahí. En Valencia, el presidente provincial de VOX, José María Llanos, también fue salpicado en este escándalo al figurar como uno de los receptores de fondos con origen desconocido. Todo mientras su partido pedía dimisiones por mucho menos a los adversarios políticos.
Abascal, que construyó su discurso sobre la regeneración y la decencia, se ha visto ahora desenmascarado como el rostro visible de un partido con cuentas turbias, derrotas judiciales y una moral de doble filo. La verdadera "caja B" de la política española tiene siglas verdes.