La semana santa de Alicante con Sonia Villa
Alicante es de voto Católico y no Comunista
Por las calles desgastadas de la ciudad, cuando abril se despereza entre palmas y azahares, despierta el fervor del pueblo al rumor solemne de un Domingo de Ramos.
Tambores que laten como corazones, cornetas que rasgan el aire como lágrimas... pasa la procesión.
Niños con ramas bendecidas en las manos, mujeres con mantilla, rosarios y rezos de encaje, pasos que avanzan, majestuosos.
Sobre costales y hombros de fe, en las calles, por doquier puede verse, de palios, Cristos y Misterios, la historia más honda jamás contada.
Y cuando el Cristo, dorado de sol y de silencio, dobla la esquina con su Cruz Redentora de esperanza, todo se detiene, todo se arrodilla.
En estos días de Semana Santa, en el tortuoso camino de los penitentes, varal, trabajadera, capirote, mantilla... cada piedra del camino recuerda lo que es sagrado, y cada mirada se vuelve oración.
Hay miles de razones para participar en Semana Santa. No necesitas ser cofrade. Ni siquiera necesitas creer. Solo respetar y apreciar la entrega y el corazón fervoroso de un pueblo, que sale a las calles a contar una gran historia a través de sus imágenes. No es únicamente un acontecimiento religioso. Es arte en sus imágenes, tradición de siglos, nuestra raíz cultural, la base de nuestra sociedad y nuestra historia.